[ Phantasialand / El parque alemán más bonito construido hacia dentro. Preciosidad llena de curiosidades ]
Tras nuestra experiencia en Tripsdrill llega el momento en el que cogemos el coche y volvemos a viajar kilómetros para alojarnos justo en la ciudad al lado de donde se encuentra Phantasialand. Allí nos encontramos con casi una escape room para abrir la casa, encontrar parking y conseguir que, a las diez de la noche, alguien nos de de cenar en ese lugar. Afortunadamente un kebap nos salvó la vida mientras en el resto de lugares nos iban rechazando. Alemania no es un lugar muy nocturno y, no me extraña, porque a esas horas tu cuerpo solo te pide la cama ya. Sea como fuere, conseguido todo, incluida una cama plegable que aún no habían montado y que había hecho de aquella manera hasta que llegó el dueño todo preocupado, a la mañana siguiente tocaba descubrir un parque al que si que tenía mucha curiosidad, ganas y deseo: Phantasialand .