[ Parque de Atracciones de Zaragoza: De lo urbano a lo vintage pasando por el rescate de atracciones ]

 

A veces te sorprende que has visitado muchos lugares en el extranjero... ¡Y te quedan lugares míticos en tu país! No seré yo el que haya dicho que como podía ser que hubiera gente que haya estado en Disneyland Paris y no en Terra Mítica. Pero yo, culpable de mis propias frases, me faltan algunos parques míticos españoles. Esperando a ir a San Sebastián, para encontrarme con La Oreja de Van Gogh y visitar el Parque de Atracciones del Monte Igueldo, hace unos días cumplí con ir a un parque vintage, retro y con atracciones clásicas: Parque de Atracciones de Zaragoza (PAZ).

Mapa del parque de 2023

Un grupo de amigos frikis de toda la vida nos reencontramos, bueno en parte como cuando se reúne el reparto de Al Salir de Clase, para pasar un fin de semana en Zaragoza rememorando los Halloween Voyage. Cuando decidimos donde queríamos vernos excluimos PortAventura porque ya sabemos como están las cosas, los precios, la calidad del Halloween etc., una de las opciones que se planteó fui al PAZ, uno de los motivos para mi fue tras ver los vídeos de Elisabeth Threepwood, Discovery Line y PASpace que hizo que me llamara la atención.

Aquel sábado soleado pusimos camino hacia el parque. Como ya somos unas señoras decidimos coger un taxi, que cuestan "lo mismo que en Madriz". Nótese la ironía. Nos plantamos en la entrada a primera hora, para estar los primeros pero sin correr a ningún lado. Al comprar la entrada por internet nos salía a cuatro euros más baratos que si lo hacíamos en taquillas. Alguno que otro se tomo la biodramina para aguantar los mareos del día, otros estábamos ya deseando tener una Coca Cola en vena debido a la "no resaca pero si cansancio" de las cervezas del día anterior... ¡Es que salir pro Zaragoza es barato!.

Lo que uno nota nada más llegar al parque es que estamos en medio de la naturaleza, algo parecido a lo que sucede en el Parque de Atracciones de Madrid y en el Tibidabo. El de Zaragoza se encuentra situado en la zona de los Pinares de Venecia, ocupando 6 hectáreas de este lugar. 

Imagen de grupo a primera hora de la mañana con Nori

La avenida principal, tras dejar a la izquierda el área infantil, nos lleva hasta la Noria. En ese momento uno puede decidir que camino tomar para ir a ver otras atracciones del parque. la Noria tiene una peculiaridad y es que uno puede girar la cabina como si estuvieras en las tazas. No llega al punto de poder darle vueltas para salir volando pero hace que sea un plus del viaje. Las vistas desde las alturas también merece la pena, no es necesario un mirador.

Al bajar pasó algo que sabíamos que pasaría... al menos yo lo tenía muy claro: En el momento que apareciera Nori, allí iría yo corriendo. En realidad nos fuimos todos corriendo bajando la avenida de regreso para pedirle hacernos una foto con ella. Nori, como su nombre indica, es una noria, pero es una noria muy muy cuqui. Me parece una mascota muy entrañable y la interacción con ella lo hace aún más. Se despidió de nosotros haciéndonos un corazón con las manos. ¡Me la como!

Revolution estaba cerrada, pero ahí estaba

Además de poder verla en el parque y hacerse fotos, tenía un doble pase junto a un vagón de tren situado frente a Moncayo -la montaña rusa- donde se la podía ver: Bailando con Nori. Allí junto a sus dos monitoras, que siempre la acompañan, pues se hacían una clase de baile-zumba la mar de divertida con diversas canciones. Lo que no encaja en otros parques, aquí si que lo hace por el propio concepto de parque de atracciones sin la necesidad de temáticas. Que si igual te bailabas el Soy una tetera, el Madre Tierra de Chayanne, una versión acelerada del Just Dance de Lady Gaga... aunque a mí me sorprendió que bailara el Rollercoaster de Dolly Style [Un grupo sueco que ha participado varias veces en el Melodifestivalen, una de ellas con esta canción]. Al que hizo la elección, mis dieces.

Esperando la cola, siendo unas salidas y escuchando country

Hablando sobre canciones, Río Navajo, los rápidos del parque, tiene una zona de colas en la que se escucha una selección variada de canciones country. Entre ellas también se puede escuchar alguna de Dolly Parton, diosa de la música country, que tiene su propio parque de atracciones situado en Pigeon Force, Tennessee (Estados Unidos).

La Cueva del Horror, una de las atracciones que teníamos más ganas

Lo que uno se da cuenta de este parque es que tiene atracciones que ya sólo se encuentran en este parque, algunas han sido importadas de otros, y que forman parte de la historia de los parques de atracciones de nuestro país. Fui muy feliz en la Cueva del Horror, en el de Madrid tuvimos uno llamado Tren Fantasma, porque todo me recordaba a la infancia. Ese miedo de un lugar a oscuras en el que se iban iluminando sólo la aparición de los muñecos. Que no sabías hacia donde ibas, ni por donde iba a salir. Sigue siendo un clásico. 

Algo parecido le pasa a la Casa Magnética que han actualizado para que no sea sólo una casa inclinada en la que te cueste andar, le han metido luces, musicón y ahora es como una discoteca. De nuevo recordando la atracción que también había en Madrid. Va a haber muchos momentos de "Como en el de Madrid" pero es que el Parque de Atracciones de Zaragoza nació sólo tres años después que el madrileño, así que en 1972 sospecho que no habría tanta variedad como la que tenemos en la actualidad en este terreno. Mucho menos en nuestro país.

Moncayo, uno de los grandes clásicos y que va como el pepino

Después hay alguna cosa muy rayada como el vuelo que haces en Colorado Express, que no había probado hasta ahora en ningún parque: te tumbas sobre una especie de pájaro y "vuelas". Es muy rayada pero es divertida y no marea. Al lado se encuentra La Mina que es un pequeño trayecto de montaña rusa en tren. A más vas viendo del parque te das cuenta que está muy enfocado al público más joven ya que la mayor parte de las atracciones son accesibles para ellos.

Existe un Tren de la Bruja, sí de los de toda la vida, que ya no llegamos a subir. Pero si que lo hicimos, varias veces, en su montaña rusa: Moncayo, que toma el nombre de la montaña del sistema ibérico. Como una atracción con tantos años sigue siendo tan estupendamente suave, tan divertida y que te deja con ganas de más. En Madrid tuvimos, hasta 2006, el 7 Picos que era de un estilo similar, hasta con la misma forma de frenado. 

Dream River, de día y de noche. Todo un misterio

Siempre hay atracciones que tienen ese punto de paranoico-me-he-tomado-un-tripi que me parece encantadoras, así es Dream River. "¿Quieres un paseo en barca diferente? Aquí tienes la oportunidad de hacerlo en un mundo de fantasía". Así lo definen en la web del parque, la realidad es que es un lugar extraño con una melodía que ya no se te despegará en la vida, entrando en una cueva que parece muy pequeñita y observando a seres que viven en este lugar. Hasta en determinado lugar hay un olor que te inunda la mar de bien. Eso sí, cuidado al subir o bajar si sois dos adultos metidos porque podéis tener amago digno del Titanic.

El Missisipi, una de las fun house que hemos encontrado por varios parques

Al Top Spin, aka llamado Revolution, lo tuvimos cerrado y no nos atrevimos a subirnos a El Quetzal porque cuando nos pusimos en la cola llegó un punto en el que dijimos: Este ciclo no acaba nunca y no queremos acabar mareados. Así que nosotros estábamos más a gusto en las sillas de Vertical Twister, que tienen una altura prudente sin ser excesiva para disfrutarla, o entrando a otro clásico como El Missisipi, que tu dices "Yo ahora me tuerzo aquí un pie y me quedo con una". pero no pasó nada, lo gracioso es como cambia la perspectiva.

Hicimos varias paradas para comer y, como ya hemos llegado a ese punto, en vez de una hamburguesa. Nos fuimos a comer el menú del día en el Restaurante 25 Aniversario. Estaba a buen precio, casi 19€ por un menú completo, y se comía en el mismo lugar donde dentro de unas semanas se va a celebrar el Oktoberfest... que debe de ser otra época curiosa para visitar al parque o en Halloween que viene justo después donde Nori se transforma en vampiro.

Ramsés, la diversión asegurada

Una de las atracciones donde mejor nos lo pasamos fue en Ramsés, una V que venía proveniente de Montjuic, que tenía cierta tematización ambientada en el antiguo Egipto así como un viaje muy divertido que comienza desde el principio casi hasta el final. Junto a ella se encuentra el Gran Tikal que también tiene algo de tematización y son unos "tronquitos" la mar de apañados y concentrados que te dan un buen chapuzón... más cuando en algún momento va y se pone a llover. Basado en hechos reales.

Nos metimos, literalmente, en la cueva del dragón

Nos dio mucha pena no poder entrar en Las Cuerdas del Dragón, pudimos atravesar el dragón pero no pudimos subir a las cuerdas porque esta atracción, y toda su área, estaba hecha para los más pequeños de la casa. También es verdad que después pensamos que a lo mejor con nuestro peso acumulado de todo podríamos haber provocado algún apocalipsis en el parque. El PAZ es un parque bastante familiar y, como muchos otros, también perfecto para la celebración de eventos como nos pillaron algunos el día que estuvimos nosotros.

Tuvimos la suerte de hablar un rato con Raúl Hernández, jefe de explotación del parque, que nos contó un poco como estaba el parque y tuvimos la suerte de saber más sobre su funcionamiento. La verdad es que fue muy majo con nosotros. ¿Cómo nos reconocieron? porque Jandro y yo llevábamos las camisetas del podcast, Pesadilla en el Parque de Atracciones, que tendrá un especial sobre el parque que se publicará el 14 de octubre.

Atardecer en el Parque de Atracciones de Zaragoza

Otro recuerdo de la infancia fue el recorrido entre dinosaurios llamado Jurassic Car, que aunque literalmente no teníamos una atracción como esta en el Parque de Atracciones en Madrid, tuvimos el Viaje a la Prehistoria en balsas por dinosaurios de la época. Aquí estaban más modernizados para llevarlos al mundo de los jeeps que nos podía recordar más a la saga de películas iniciada por Spielberg con un modesto presupuesto. 

La Rueda de Caballos, el tiovivo, pues mira de toda la vida, una atracción también clásica en la que te subes, das vuelta y sigues siendo el niño que siempre fuiste, que nunca se ha ido y que en un parque como éste te daba la sensación que era como volver a serlo al menos por el rato que pasamos allí. En realidad el rato fue desde que abrieron a primera hora hasta que se escuchaba por megafonía "Queda un cuarto de hora para el cierre del parque". Creo que esa fue nuestra última atracción.

La Rueda de los Caballos que no La Noche de los Castillos

Antes de irnos nos pasamos por la tienda de recuerdos, donde estaba la majérrima de Elisabeth, que nos aguantó entre las decisiones. Por un lado yo tenía clarísimo que quería un Nori en formato peluche, que puede hacer siete años que no compro un peluche en un parque y es bastante probable, porque era la forma de recordar ese día y lo bien que nos lo habíamos pasado. También regalé otro peluche, compramos imanes, camisetas... Vamos que levantamos el tenderete a la alegría pero eso es el síntoma de lo bien que nos lo pasamos.

Lo que si necesita este parque una inversión para poder hacer un mantenimiento a fondo de lo que tienen actualmente y, ojalá, la cultura de parques, esa que parece que no tenemos en España, hiciera que se conservara para que en un futuro se sepa que en este parque hay atracciones que muchos de los que disfrutaron en sus años mozos. Un filántropo friki que aparezca y haga que esto pueda ser realidad. Buscaremos la lampara mágica para poder hacerlo realidad.

El Parque de Atracciones de Zaragoza es un lugar que un buen friki parque debe de visitar para recordar su infancia, otros para ver atracciones que nunca llegaron a ver de pequeños, pero sobre todo porque vais a pasar un buen día por allí. 

Puedes escuchar la experiencia en este parque en el Bonus Track #04 del podcast Pesadilla en el Parque de Atracciones que tenéis disponible en plataformas digitales. Consulta aquí el capítulo y la plataforma para elegir.